En este territorio, la tierra guarda la memoria de quienes nos precedieron.

Entre sus caminos y silencios, el barro ha conservado huellas de antiguas manos creadoras.

Este proyecto nace del deseo de escuchar esas voces, de honrar su legado y devolverlo al lugar de donde proviene: once jarrones de arcilla que llevan grabadas las memorias ancestrales, entregados nuevamente a la comunidad, como símbolo de gratitud, historia y continuidad.



Click para ver video